Nuestra patria está sumida en el desorden por no escuchar tu voz y no obedecer
tus Mandamientos.

No permitas que seamos sordos a tu voz.
Nosotros, con verdadera devoción queremos rendirte el homenaje de nuestra obediencia y fidelidad a tus mandamientos.

Te suplicamos que aceptes nuestras súplicas para alcanzar la paz en nuestra patria.

Para lo cual queremos consagrar la Nación Mexicana a San Miguel Arcángel.

En estos momentos difíciles en los que se decide el destino de los hombres, no queremos permanecer indiferentes ante la perdición de las almas y siguiendo tus insistentes llamados, te pedimos por la conversión de los pecadores, para que arrepentidos, volvamos nuestra mirada a Dios Misericordioso, pues es la única forma de alcanzar la paz según lo has manifestado a través del Santo Ángel Custodio de Portugal en Fátima.

San Miguel Arcángel, nos consagramos a ti, tú que has estado presente en los momentos más difíciles de nuestra historia, presenta nuestras plegarias y súplicas ante Dios, pues necesitamos urgentemente de la intervención Divina para poder salir de esta
desolación espiritual.

¡Gloria al Padre Creador!
¡Gloria al Hijo Redentor!
¡Gloria al Espíritu Santo Santificador!
Santa María de Guadalupe Reina de México y Emperatriz de América:
¡Salva nuestra Patria y ayúdanos a defender y a conservar nuestra fe!
¡Santo Angel Custodio de la Nación Mexicana, ruega por nosotros!
¡San Miguel Arcángel salva a tu Pueblo!
¡Lleva a Dios nuestras súplicas y oraciones para alcanzar la paz en nuestra patria!
AMÉN.